PLAGA DE CHINCHES LLEGA CON FUERZA AL NORTE DE ESPAÑA

Europa vive una crisis sanitaria inédita en el siglo XXI: las chinches. El corazón de la plaga nació en Francia, sobre todo en París, pero se está extendiendo a gran velocidad a otras latitudes, por el norte, el sur, el este y el oeste; de ahí que la preocupación por la velocidad de su avance se haya convertido en un asunto de preocupación. Ese minúsculo insecto que produce fuertes picaduras e irritación en la piel ya se encuentra de forma masiva en el norte de España, sobre todo en las provincias de Vizcaya, Guipúzcoa, Santander y Asturias.

Y en plena campaña turística de otoño se teme que su propagación aumente por todo el país en cuestión de días. La reacción más leve a una picadura de chinche es la inflamación o el hematoma, pero en un caso grave, con reacción alérgica incluida, puede provocar la hospitalización del afectado.

El epicentro de la plaga de chinches en Europa está en París, la ciudad de mayor afluencia de turistas en el mundo. En este tipo de fenómenos es importante ese factor, ya que la presencia de esos insectos se ha detectado sobre todo en las camas de los hoteles turísticos y por su forma de comportarse, es habitual que se empotren en las maletas, las mochilas o la ropa y, sin ser detectadas, viajen de un país a otro sin ningún tipo de control sanitario. Y ahí es cuando se inicia la plaga, básicamente porque su capacidad de reproducción es alta.

Según un informe reciente y elaborado a raíz de la epidemia de chinches en Europa, la empresa española especializada en neutralización de plagas, Anticimex, reconoció que en los nueve primeros meses del año han aumentado en hasta un 71 por ciento la presencia de plagas de chinches en el país, sobre todo en el País Vasco, Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana, las Islas Baleares y Madrid. Es decir, donde hay mayor afluencia de turistas.