Las fuerzas rusas se hicieron con el control de la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa y ubicada en el sureste de Ucrania, tras atacarla y generar con ello un incendio que ya fue controlado.
Así lo confirmó en la mañana de este viernes el regulador nuclear de Ucrania.
Y añadió que, tras la preocupación inicial, la seguridad nuclear de la central está garantizada.
Asimismo, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) observó que los equipos esenciales de la planta nuclear están en funcionamiento y que la radiación se mantiene en niveles normales, pero señaló que permanece en “modo de respuesta total las 24 horas del día, los siete días de la semana”.
La central nuclear de Zaporiyia tiene seis reactores, de los cuales solo el número cuatro estaba funcionando al 60% en el momento del ataque, de acuerdo a la OIEA.
El resto de unidades se encuentran apagadas por mantenimiento o están en “modo de reserva”.
“Hemos sobrevivido a una noche que pudo haber parado el curso de la historia, la historia de Ucrania, la historia de Europa”, les dijo el presidente Volodymyr Zelensky a sus compatriotas en un discurso televisado en la mañana de este viernes, después de que las autoridades confirmaran que la situación en la central es por el momento segura.
El ataque pudo haber causado una destrucción equivalente “a seis Chernóbils”, dijo, y añadió que Rusia sabía lo que hacía al arremeter directamente contra la central, por lo que lo tachó de un “acto de terrorismo de un nivel inaudito”.