El venezolano Jorge Briseño llegó a la frontera norte de México tras salir hace cuatro meses de su país, desde donde avanzó con un solo pie y con las manos con llagas por las muletas, por lo que ahora busca cruzar a Estados Unidos para conseguir una prótesis y un empleo.
A pesar de tener solo un pie, camina a lo largo del fronterizo río Bravo en Ciudad Juárez para buscar por dónde atravesar la barricada de alambre de navajas que colocó el gobernador de Texas, Greg Abbott, mientras critica al Gobierno de Venezuela porque, según él, sumió al país en la pobreza.
“Para Dios no hay nada imposible, ahí lo que hay que pasar son esos dos alambritos. Si pasé de Venezuela para acá, ¿cómo no voy a pasar esos dos alambritos? En el Darién, entre Colombia y Panama, pasé así, si me caía, adiós. ¿Qué hizo Dios? me agarró y yo pasé todo relajadito”, relata Jorge.
El hombre comenta que, durante su viaje de cuatro meses desde Venezuela, hubo días en los que caminó decenas de kilómetros a pesar de su discapacidad.
“Me tocó caminar bastante, la última vez fueron 22 kilómetros en una marcha (caravana) que viene por ahí, yo también la caminé, pasé 10 días caminando en la selva y aquí estoy”, aseguró.