Una invasión de caracoles africanos gigantes pone en cuarentena a un condado de Florida

Del tamaño de ratas de alcantarilla, los caracoles africanos que llegaron a Florida están siendo una preocupación para las autoridades de salud pública.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades locales, entre los pobladores de Florida cundió el pánico: cientos de caracoles africanos aparecían en los jardines, entre el desagüe, e incluso, sobre las llantas de los coches. Devorando más de 500 especies de plantas, según la cobertura de medios locales, la especie demostró ser resistente incluso a las aspas de los contenedores de reciclaje públicos.

El Departamento de Agricultura de Florida está atendiendo el caso. No es la primera vez: en 1969, según los registros de la institución, el estado tuvo que erradicar la plaga tomando medidas extremas. Un escenario similar se presentó en 1975. Ambos fueron un éxito. Aún así, es fácil que este molusco prolifere en el ambiente cálido del estado. Éstas pueden ser las consecuencias.

Visitantes incómodos

La reaparición de esta especie invasora inquieta a las autoridades sanitarias de Estados Unidos. Más que nada, porque los caracoles africanos gigantes son potencialmente devastadores para la agricultura y las áreas naturales de Florida. Y lo que es más, son un peligro potencial para la salud humana:

«LOS CARACOLES TAMBIÉN REPRESENTAN UN GRAVE RIESGO PARA LA SALUD DE LOS HUMANOS AL PORTAR EL GUSANO PULMONAR DE LA RATA, QUE SE SABE QUE CAUSA MENINGITIS EN LOS HUMANOS», EXPLICA LA INSTITUCIÓN EN UN COMUNICADO.

Aunque todavía no se han detectado infecciones en humanos, los ejemplares que se han capturado sí tienen el parásito en su organismo. Por ello, el gobierno de Estados Unidos exige un permiso especial para «importar o poseer caracoles terrestres africanos gigantes«, detalla el Departamento de Agricultura de Florida. De lo contrario, es ilegal.

A los habitantes de Florida les queda claro porqué: acaban con sus jardines y se comen los restos del mandado que están a su alcance. Aunque en el imaginario colectivo estos moluscos no figuran como entes agresivos, los caracoles africanos tienen una coraza natural de calcio con púas en el caparazón. Estos picos son tan afilados y duros, que pueden reventar las llantas de los coches.

Así como las ratas de alcantarilla, los caracoles africanos se caracterizan por reproducirse muy rápido. Cuando alcanzan la edad adulta, pueden medir hasta 20 centímetros, si la comida y el calor lo permiten. Sólo en un año, la especie puede producir hasta 1,500 huevecillos. En Florida, ambos factores no son un impedimento para ellos, por lo que es muy fácil que se diseminen con celeridad.

Como medida de contención, el estado mantiene aislados a los caracoles capturados en condado de Miami-Dade, informa Denise Feiber, portavoz del Departamento de Agricultura. Hasta ahora, los especialistas que están atendiendo el caso no saben cómo fue que la especie llegó a Estados Unidos en esta ocasión. Lo más probable es que se hubieran escabullido en el equipaje de algún viajero que viniera de latitudes tropicales.

Ahora, los esfuerzos de las autoridades locales están enfocados en evitar que los caracoles africanos lleguen a los cultivos de Florida. De ingresar a las tierras dedicadas a la agricultura, podrían representar una amenaza para la seguridad alimentaria del estado. En medio del calor veraniego, a todas luces, ésa no sería una buena noticia para la población de la Costa Este.