
El conflicto entre Ucrania y Rusia sigue intensificándose. Ucrania lanzó un ataque con drones contra la refinería de petróleo Kinef, ubicada en la región de San Petersburgo, al norte de Rusia, mientras que las fuerzas rusas bombardearon varias regiones de Ucrania, dejando al menos 15 muertos. Entre las víctimas, 12 fueron reportadas en la región de Donetsk, como resultado de un ataque ruso con misiles durante la noche del 7 de marzo.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó que estos ataques subrayan que los objetivos de Moscú en la invasión de Ucrania no han cambiado, a pesar de las señales de que Rusia podría estar dispuesta a aceptar una tregua temporal. Zelenski, a través de sus redes sociales, destacó que Ucrania debe seguir protegiendo la vida de sus ciudadanos y reforzando su defensa aérea.
Por su parte, Rusia también reportó un ataque con 31 drones, el cual dañó la estructura externa de uno de los tanques de la refinería Kinef, propiedad de Surgutneftegas, una de las más grandes del país. Esta refinería tiene una capacidad anual de más de 20 millones de toneladas de petróleo, lo que la convierte en un objetivo estratégico para Ucrania, que ha intensificado sus ataques a la infraestructura energética rusa en los últimos meses, con el fin de reducir el suministro de combustible a las fuerzas militares rusas.
Mientras tanto, las fuerzas rusas continúan su ofensiva contra la infraestructura energética de Ucrania, afectando principalmente su red eléctrica. Durante la noche, se registraron ataques en varias ciudades, incluido un bombardeo en Odesa que dañó instalaciones industriales y edificios residenciales. En otras áreas de Ucrania, los ataques con drones rusos han matado a varias personas y dejado heridos.
La situación sigue siendo tensa, con ambos países enfrentándose en el campo de batalla mientras Estados Unidos y otros actores internacionales buscan posibles vías de negociación para poner fin a la guerra.