TRUMP Y BUKELE REFUERZAN SU ALIANZA EN LA DEPORTACIÓN DE MIGRANTES, INCLUYENDO UN ERROR DE EXPULSIÓN

En un encuentro clave en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, reforzaron su alianza en temas de seguridad y deportación de migrantes. Trump reiteró su intención de deportar a criminales violentos con ciudadanía estadounidense a El Salvador, siempre y cuando se determine legalidad en el proceso.

La propuesta, que ha generado preocupaciones en defensores de los derechos civiles, incluiría a individuos con antecedentes criminales, aunque la administración de Trump puntualizó que primero se deben revisar las leyes al respecto. Además, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que la iniciativa estaba en discusión.

Un tema que llamó la atención durante la visita de Bukele fue la cuestión de Kilmar Ábrego García, un migrante salvadoreño deportado por error. La administración de Trump aclaró que no se permitirá su regreso a EE.UU., a pesar de los pedidos judiciales que solicitaban su repatriación. A este respecto, el senador Marco Rubio y otros miembros del gabinete señalaron que ningún tribunal de EE.UU. tiene autoridad para modificar la política exterior del país.

Bukele, por su parte, descartó cualquier posibilidad de devolver a Ábrego García, señalando que no tiene la autoridad para contrabandear a un terrorista hacia Estados Unidos. En una tensa respuesta a los cuestionamientos, la fiscal general Pam Bondi mencionó que, si El Salvador quisiera devolver al migrante, Estados Unidos proporcionaría los medios para hacerlo, pero destacó que el mismo se encontraba en situación irregular en el país.

Además, los dos presidentes discutieron la continua cooperación en materia de seguridad, con un enfoque en la lucha contra el crimen organizado y la transferencia de prisioneros de alto perfil a la megaprisión de El Salvador, conocida como el Cecot, a cambio de un pago de 6 millones de dólares por parte de Estados Unidos.