
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó duras críticas contra la Universidad de Harvard este jueves, calificándola como una “institución antisemita de extrema izquierda” y “una amenaza para la democracia”. Sus declaraciones surgen en medio de una disputa legal entre la universidad y su administración, tras la congelación de fondos federales.
En una publicación en su red Truth Social, Trump acusó a Harvard de aceptar estudiantes “que quieren destrozar nuestro país” y tachó a la universidad de ser un “desastre liberal”.
Además, el mandatario exigió el despido de un abogado que representa tanto a la Organización Trump como a Harvard, señalando: “Espero que mi gran y magnífica empresa, ahora dirigida por mis hijos, se deshaga de él inmediatamente”. Aunque no mencionó nombres, todo apunta a que se refería a William Burck, reconocido abogado en círculos republicanos y defensor de Harvard en el litigio actual con la Casa Blanca.
La universidad presentó una demanda contra el gobierno esta semana, después de que se congelaran sus fondos por no cumplir con ciertas exigencias federales, entre ellas, una mayor supervisión gubernamental. Este conflicto se suma a la creciente tensión entre el Ejecutivo y varias universidades estadounidenses, a las que Trump ha acusado de alentar protestas progresistas, en particular aquellas en apoyo al pueblo palestino en el conflicto de Gaza.
La controversia pone nuevamente en el centro del debate el papel de la educación superior en la política estadounidense y los límites del control federal sobre instituciones académicas.