Una fuerte explosión sacudió este sábado el puerto Shahid Rajai, al sur de Irán, dejando un saldo provisional de al menos cinco personas fallecidas y más de 700 heridas, según informaron autoridades locales. El incidente ocurrió alrededor del mediodía y tuvo como epicentro contenedores que almacenaban productos químicos, cuya naturaleza aún no ha sido determinada.
La detonación fue tan potente que se escuchó en un radio de 50 kilómetros, provocando temblores en áreas cercanas y severos daños en edificios, vehículos y estructuras del puerto. Imágenes difundidas por medios locales muestran una densa nube negra elevándose sobre el complejo portuario y escenas de pánico entre trabajadores y residentes.
El ministro del Interior, Eskandar Momeni, confirmó que el incendio generado tras la explosión continúa activo y aún no ha sido controlado, pese al uso de helicópteros y refuerzos provenientes de provincias vecinas. Las labores de rescate se han intensificado mientras se mantiene suspendida toda actividad portuaria en Shahid Rajai, que gestiona el 80% del comercio marítimo del país.
Fatemeh Mohajerani, portavoz del Gobierno, advirtió que aún es pronto para determinar las causas definitivas del siniestro, aunque se presume que los productos almacenados en los contenedores desempeñaron un papel clave.
El presidente Masud Pezeshkian expresó su pesar por la tragedia y ordenó una investigación urgente. Designó al propio ministro del Interior como su enviado especial para supervisar de cerca las operaciones en la provincia de Hormozgan.
Este trágico evento ocurre en un momento delicado para Irán, en medio de negociaciones con Estados Unidos sobre su programa nuclear. Mientras tanto, la Organización Nacional de Gestión de Crisis no descarta que el número de víctimas aumente, e hizo un llamado nacional urgente a la donación de sangre.