La borrasca Ciarán, uno de los ciclones extratropicales más potentes de los últimos tiempos, está dejando fuertes lluvias y vientos huracanados en el Canal de la Mancha, España y Bélgica, con siete personas muertas, cortes eléctricos, caos en el transporte y cierre de escuelas.
Una mujer joven falleció esta mañana en Madrid tras caerle un árbol encima a causa de las fuertes rachas de viento y el conductor de un camión falleció en Francia cuando otro árbol se desplomó sobre su vehículo.
En la ciudad belga de Gante, murieron por la caída de árboles una niña de cinco años mientras jugaba y una mujer de 64 años que caminaba por un parque con su marido y su hija, que resultó gravemente herida.
También murieron, por caídas de árboles, un hombre en la ciudad neerlandesa de Venray, y una persona en Alemania. Y las autoridades francesas también informaron de la muerte de un hombre que cayó desde su balcón en la ciudad portuaria de Le Havre.
Son los peores efectos de una gigantesca borrasca que abarca desde Islandia hasta el sur de España, con riesgo de extenderse al centro de Europa, que se ha hecho muy profunda debido a una ciclogénesis explosiva, un fenómeno que se da cuando la intensificación de un sistema de bajas presiones se produce de forma extraordinariamente rápida.