Socorro debe vender calcetines, porque de ahí depende si come o no ese día. Tiene 73 años de edad, y como puede debe vender lo necesario con tal de sobrevivir. Decidió hacerlo porque no tiene otra manera de obtener ingresos. Es madre de dos hijos, uno de ellos se fue a vivir a Mazatlán, pero no ha tenido noticia de él. Están incomunicados. En tanto su hija vive en Aguascalientes y es quien le provee la mercancía. Socorro llega y se pone afuera de tiendas de autoservicio a esperar vender para volver a casa. A veces solo con 30 pesos vuelve a casa y con eso compra algo de comer. En ocasiones las familias le llevan un regalo una torta o en ocasiones la gente es generosa y le comparte ayuda para lograr comprar lo necesario de mandado. Así como Socorro decenas de mujeres luchan por sobrevivir ante la crisis económica y el alto índice de productos con alto costo sobre todo alimenticios. Así es como esta mujer lucha todos los días para poder comer. Sus días son inciertos porque no sabe si el siguiente día podrá probar alimento.