Con 72 votos a favor y 50 en contra, la tarde de ayer, el Senado de la República aprobó el paquete de reformas complementario del llamado “Plan B” de la reforma electoral.
El pleno excluyó la llamada cláusula de “vida eterna”, que permitiría a los partidos políticos pequeños mantener su registro sin que importe sus bajos niveles de votación.
Con la nueva reforma legal se intenta ahorrar 3 mil 500 millones de pesos en el Instituto Nacional Electoral (INE), además de eliminar facultades para sancionar partidos y funcionarios, así como desaparecer el conteo rápido que se da inmediatamente después de una elección en México.
Diversas organizaciones han expresado que los cambios son inconstitucionales porque violan derechos referentes al voto libre en elecciones auténticas y democráticas, así como la autonomía del INE y señalan que están en riesgo las próximas elecciones presidenciales de junio de 2024 ante la reducción de personal, el padrón electoral y las credenciales de identificación para votar, la certeza de los resultados de una elección y, sobre todo, que desmantela al INE al reducir un 84.6% su plantilla profesional.