El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, que tomó la palabra en nombre de su país en la Asamblea General de la ONU, pidió de nuevo a Estados Unidos y los países occidentales que levanten sus sanciones contra Cuba, Venezuela y Siria.
Lavrov dijo que las sanciones suponen “una grosera violación del principio de igualdad soberana” desde el momento en que Occidente las usa “como medidas unilaterales y coercitivas” y que “dañan en primer lugar y sobre todo a los estratos más vulnerables de la sociedad”.
Citó en primer lugar a Cuba, víctima de un bloqueo financiero y comercial estadounidense “sin precedentes”, agravado por la “absurda decisión de considerar a Cuba como un Estado promotor del terrorismo”, una decisión que tomó el Gobierno de Donald Trump y que Joe Biden no ha revertido pese a las numerosas peticiones desde Latinoamérica para que lo haga.
A continuación habló de Venezuela, donde “Washington debe abandonar sin ninguna precondición su política de sofocar económicamente” al país, en alusión a las sanciones vigentes desde 2015 y que dificultan al Estado venezolano incluso el pago de sus cuotas como país miembro de las Naciones Unidas.