Aun cuando ratificó que la relación con el presidente de Estados Unidos Joe Biden es respetuosa y se mantiene la cooperación, el jefe del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, consideró que en las negociaciones con los republicanos están condicionando el voto a que haya medidas antimigrantes mexicanos. Nos quieren agarrar de moneda de cambio. Si bien son soberanos para definir sus políticas migratorias, con sanciones y medidas coercitivas no se resuelve la migración.
Con todo respeto, es demagogia, es para engañar o tratar de engañar a los ciudadanos estadunidenses porque vienen las elecciones. Eso no soluciona las cosas ni las causas de la migración, no resuelve el problema, es pura propaganda política-electoral.
En conferencia, horas antes de recibir a una delegación estadunidense encabezada por Elizabeth Sherwood (asesora en seguridad de la Casa Blanca), el Presidente detalló los pormenores de la conversación con Biden, que estuvo precedida de su molestia pública que expresó la semana pasada por un reportaje basado en filtraciones de la Agencia Antidrogas (DEA): “No los iba yo a recibir. Ya hice el compromiso que sí (…), si ellos tienen sospechas de mí, ¿cómo los voy a recibir? ¿Cómo van a estar sentados con un Presidente vinculado al narcotráfico?”