La campeona del mundo Jenni Hermoso reiteró el martes ante un juez que el beso forzado que recibió del entonces presidente de la Real Federación Española de Futbol, Luis Rubiales, no fue “en ningún momento consentido” y que después sufrió presiones para salir en su defensa.
La internacional, que acaba de fichar por el club mexicano Tigres Femenil, llegó poco antes de las 10 horas a la Audiencia Nacional, en Madrid, con un largo abrigo gris. Sonriente, la futbolista hizo un breve gesto de saludo a la prensa congregada frente al edificio.
Prevista inicialmente para el 28 de noviembre, la esperada declaración de Hermoso, que denunció a Rubiales en septiembre por el beso forzado que le dio tras la victoria de España en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda en agosto, fue retrasada por cuestiones de agenda.
Ante el juez que investiga el caso, Hermoso reiteró este martes que el beso fue “inesperado” y “en ningún momento consentido”, según informaron fuentes judiciales.