Debido a que se recuerda el dolor de María tras la muerte de Jesús, es un día que debe destinarse al silencio, luto y reflexión, acciones que realizó María en compañía de los discípulos.
Por lo que se espera que los creyentes guarden silencio, eviten peleas y discusiones, para respetar el luto.
El Sábado Santo es el único día del año en que la Iglesia hace silencio de manera consciente sobre la resurrección del Señor; razón que conlleva a una reflexión profunda sobre los actos buenos y malos que se realizan a diario.