El papa Francisco urgió a la comunidad internacional a adoptar un tratado vinculante para regular el uso de la inteligencia artificial (IA) ante los peligros que conlleva como los “deepfake”, de los que recuerda ha sido objeto.
“Renuevo mi llamamiento exhortando a la comunidad de las naciones a trabajar unida para adoptar un tratado internacional vinculante, que regule el desarrollo y el uso de la inteligencia artificial en sus múltiples formas (…) como en cualquier ámbito humano, la sola reglamentación no es suficiente”, escribió el papa con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones que celebra la Iglesia católica.
En su mensaje, reflexiona sobre la llegada de la inteligencia artificial que “también está modificando radicalmente la información y la comunicación y, a través de ellas, algunos de los fundamentos de la convivencia civil” y cuya “difusión acelerada de sorprendentes inventos, cuyo funcionamiento y potencial son indescifrables para la mayoría de nosotros, suscita un asombro que oscila entre el entusiasmo y la desorientación”.
El pontífice aplaude que “los sistemas de inteligencia artificial pueden contribuir al proceso de liberación de la ignorancia y facilitar el intercambio de información entre pueblos y generaciones diferentes” o “hacer accesible y comprensible una enorme riqueza de conocimientos escritos en épocas pasadas o hacer que las personas se comuniquen en lenguas que no conocen”.