El papa Francisco recordó hoy en el avión que le lleva a Marsella, en Francia, donde abordará el drama de la migración, también a los migrantes latinoamericanos y lamentó “la terrible falta de humanidad” que se está viviendo en la isla italiana de Lampedusa, donde en estos días siguen llegando miles de africanos.
El papa recordó hablando con los periodistas que le acompañan en este viaje a la ciudad francesa también una de las misas que celebró en una de las fronteras (de un país latinoamericano) donde había zapatos que habían perdido los migrantes durante la travesía.
Además elogió la labor del obispo de El Paso, en Texas (Estados Unidos), Mark Seitz, que dijo que era “un genio”,
El papa Francisco viaja a Marsella para participar en la clausura de la III edición de los Encuentros del Mediterráneo y donde con probabilidad lanzará un mensaje ante la cuestión migratoria en Europa y el drama humanitario de las personas que deben escapar de sus países.
Espero tener la valentía de decir todo lo que quiero decir”, respondió el papa Francisco a los periodistas sobre la importancia de esta visita.
Por otra parte, el papa Francisco también se conmovió al ver la fotografía de un niño pequeño llegado a Lampedusa y afirmó: “Los mantienen vivos en los campos de concentración y luego los tiran al agua”.