Israel ha lanzado una operación militar a gran escala en Cisjordania, resultando en la muerte de al menos 10 combatientes palestinos y el aislamiento de la ciudad de Yenín. La operación, que comenzó durante la noche y se extendió hasta el miércoles, ha sido descrita por el ejército israelí como una medida para neutralizar insurgentes y evitar futuros ataques contra ciudadanos israelíes.
Las fuerzas israelíes realizaron redadas en varias localidades del norte de Cisjordania, incluyendo Yenín, Tulkarem y el campo de refugiados de Al-Faraa. El teniente coronel Nadav Shoshani, portavoz del ejército, explicó que los operativos en Tulkarem y Al-Faraa resultaron en la muerte de siete insurgentes en ataques aéreos, mientras que otros cinco fueron arrestados. Esta operación forma parte de una estrategia más amplia para prevenir ataques contra Israel.
Hamas ha confirmado la muerte de 10 de sus combatientes durante los enfrentamientos. Mientras tanto, grupos insurgentes palestinos informaron de intercambios de disparos con las fuerzas israelíes. En Yenín, el gobernador Kamal Abu al-Rub reportó que las fuerzas israelíes han bloqueado los puntos de entrada y salida de la ciudad, así como el acceso a hospitales, causando daños significativos en la infraestructura local.
El Ministerio de Salud palestino en Cisjordania ha denunciado que las fuerzas israelíes han impedido el acceso a hospitales rodeando los centros médicos con barreras de tierra. El ejército israelí ha argumentado que estas medidas buscan evitar que los insurgentes se refugien en las instalaciones médicas.