Después de haber rezado la oración mariana del Ángelus este domingo 27 de febrero, junto a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro, el Papa renovó una vez más su incansable llamamiento por la paz ante la guerra que se está desarrollando en territorio ucraniano desde los ataques iniciados por Rusia, el pasado el 24 de febrero.
Asimismo, el Papa recordó su invitación para que el 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, todos nos unamos en un día de oración y ayuno por la paz en Ucrania: “Un día para estar cerca del sufrimiento del pueblo ucraniano, para sentir que todos somos hermanos y para implorar a Dios el fin de la guerra”, añadió.
Por otra parte, el Santo Padre hizo hincapié en que, quien hace la guerra se olvida de la humanidad.
Por ello, Francisco dedicó un pensamiento especial a los ancianos que en este momento buscan refugio y a las madres que huyen con sus hijos:
“Son hermanos y hermanas para los que es urgente abrir corredores humanitarios y que deben ser acogidos”, aseveró.