
Al menos tres palestinos han muerto este jueves a causa de un nuevo ataque aéreo ejecutado por el Ejército de Israel contra la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, a pesar de que sigue en vigor un alto al fuego desde el 19 de enero entre el Gobierno israelí y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas). Según informaron medios palestinos como el diario Filastin y la agencia de noticias WAFA, el ataque se produjo en el barrio de Shujaia, conocido por ser un área de gran densidad poblacional. Además de las víctimas mortales, varios civiles resultaron heridos.
Poco después del ataque, el Ejército israelí emitió un comunicado en el que confirmó la operación, explicando que había sido dirigida contra un grupo de “sospechosos” que, según sus informaciones, operaban cerca de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y habían colocado un explosivo en el terreno. Las autoridades israelíes aseguraron que un avión de la Fuerza Aérea fue el encargado de atacar a los sospechosos para “eliminar la amenaza”, sin ofrecer detalles sobre las víctimas ni sobre el alcance total del ataque. Además, no ha habido hasta el momento una reacción oficial por parte de los grupos armados presentes en el enclave palestino.
Este ataque se produce en medio de una creciente tensión, ya que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó el domingo pasado el bloqueo de la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, lo que ha generado críticas internacionales. Además, este ataque se da en el contexto del reciente fracaso de las negociaciones para extender la primera fase del alto el fuego entre Israel y Hamas, que expiró el sábado. Hamas, por su parte, rechazó la solicitud israelí de extender esta primera fase y ha exigido que ambas partes respeten el acuerdo alcanzado en enero, que contemplaba el inicio de la segunda fase del pacto.
El alto al fuego, que había traído un relativo respiro a la región, ahora se encuentra en una nueva fase de incertidumbre tras este ataque, que pone en duda la estabilidad de la tregua vigente.