Víctimas de abusos y violencia por parte de grupos armados irregulares, muchos niños indígenas de Colombia han acudido al suicidio para evitar el reclutamiento forzado, denunció Francisco Cali Tzay, relator de Naciones Unidas sobre derechos de los pueblos indígenas, tras visitar varias regiones del país durante esta semana.
El funcionario de la ONU aseguró haber recopilado gran cantidad de testimonios que indican que los infantes de las comunidades indígenas siguen siendo reclutados de manera forzada por estructuras armadas al margen de la ley en zonas remotas del campo donde el Estado está ausente y abunda la pobreza.
Según Cali Tzay, se ha detectado que en muchos casos los grupos armados someten a los menores a intensos entrenamientos y los devuelven a sus comunidades para que, desde allí, hagan labores de inteligencia sobre presencia militar y el movimiento de las economías ilícitas.
“Ocurre a menudo que las comunidades se dan cuenta de esta maniobra y rechazan a los niños, quienes terminan en la indigencia o en la prostitución”, dijo el relator durante rueda de prensa en esta capital.
Agregó que en varias comunidades escuchó el relato de que algunos niños y adolescentes optan por el suicidio para evitar ser reclutados, con graves consecuencias para el tejido social de estas comunidades, especialmente vulnerables e históricamente sometidas a la exclusión y el olvido.