Una de las peores noticias que te puede dar un médico es confirmarte una enfermedad terminal y darte una “fecha límite”. Tal vez días, semanas o meses. Esto fue lo que le ocurrió a
Linda Williams, una mujer de 76 años de High Wycombe, una ciudad pequeña al noroeste de Londres, recibió una de las peores noticias que un médico puede dar, como la confirmación de una enfermedad terminal y además dar una fecha estimada del deceso.
Cuando Linda supo que tenía un cáncer terminal, lejos de deprimirse, lo que hizo fue empezar a preparar una fiesta; ella “odia los funerales”, había asistido a muchos entierros a lo largo de su vida y nunca había estado “en un buen funeral, son eventos miserables, así que decidí que quería una celebración de mi vida”, aseguró.
Linda tenía claro que quería “bailar toda la noche” con sus amigos a modo de despedida. Su idea era hacer una fiesta ambientada en los años 40, pero antes, tenía otro deseo: volar en un Spitfire. A ella siempre le habían gustado los Spitfires, un caza monoplaza británico usado por la Real Fuerza Aérea (RAF), y muchos otros países aliados durante la Segunda Guerra Mundial.