Varios migrantes concentrados en el campamento habilitado a la orilla del río Bravo en Matamoros, Tamaulipas, participaron este viernes en el Viacrucis, organizado por sacerdotes jesuitas de la ciudad de Brownsville, Texas, acto que aprovecharon para pedir por la finalización de políticas que oprimen a las familias expulsadas de sus países de origen.
Con una cruz de madera elaborada por los mismos solicitantes de asilo, los clérigos oficiaron una misa con la asistencia de adultos y niños en la que pidieron por el cese al sufrimiento que día a día se enfrentan miles de personas de diversas nacionalidades que emprenden el viaje hacia la nación norteamericana.