Después de cuatro años, el Gobierno estadounidense levantó las restricciones para la libre entrada de tomate fresco mexicano, celebró la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de México.
El Gobierno mexicano precisó en un comunicado que se eliminaron las restricciones relacionadas al virus rugoso del tomate tras cuatro años de “alegatos técnicos con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA)”.
Con esta decisión, los productores mexicanos que exporten su fruto al territorio estadounidense a partir de este 17 de junio no deben incluir un certificado de inspección en sus embarques, como era obligatorio desde 3 de junio de 2020.
Este certificado debía incluir fecha de inspección, nombre, título y firma de la persona que emitía el certificado de inspección, así como los nombres y direcciones del productor y empacadora.
La Sader también indicó que esta medida “facilita y agiliza el cruce fronterizo”, mientras que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) precisó que la restricción solo prevalece para material propagativo de tomate y pimiento, lo que incluye las semillas, pero excluye al producto fresco.
La Secretaria de Agricultura detalló que Senasica sostiene que la fruta fresca no es una vía de diseminación del virus rugoso del tomate, “ya que el uso previsto es el consumo en fresco y no la reproducción”.
“Es importante señalar que los frutos con síntomas de virus rugoso del tomate no representan ningún riesgo para el consumo humano ni merman el valor de la cosecha”, explicó la Sader en su nota.
El tomate es la hortaliza de mayor importancia a nivel nacional e internacional, debido a su amplio consumo, al área cosechada y al valor económico de la producción.