El último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que la mitad de la población mundial aún no tiene acceso adecuado al agua potable, saneamiento y la higiene. Esta carencia provocó la muerte de al menos 1,4 millones de personas en 2019.
El documento presenta estimaciones sobre la proporción de ciertas enfermedades en la población atribuibles a estos factores. Las valoraciones incluyen datos de 183 países y están desglosados por región, edad y sexo, y se basan en cuatro resultados sanitarios: diarrea, infecciones respiratorias agudas, desnutrición y helmintiasis transmitidas por el suelo.
Entre los niños menores de cinco años, el agua, el saneamiento y la higiene inseguros fueron responsables de 395.000 muertes, lo que representa el 7,6% de todos los decesos. Esto incluye 273.000 muertes por diarrea y 112.000 muertes por infecciones respiratorias agudas. Estas enfermedades son las dos principales causas infecciosas de muerte de niños menores de cinco años en el mundo.
Para reducir la carga de morbilidad, la OMS insta a los gobiernos a adoptar medidas con el apoyo de los organismos de las Naciones Unidas, los asociados multilaterales, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil.