Sindicatos y organizaciones sociales de Argentina se manifestaron este miércoles, en vísperas del Día Internacional del Trabajador, en rechazo a las políticas de ajuste del presidente Javier Milei y en homenaje al papa Francisco, a quien reconocieron por su defensa de los sectores más desfavorecidos y su crítica a la precarización laboral.
La protesta se da un día después del fracaso en las negociaciones entre el gobierno, sindicatos y empresarios para acordar un nuevo salario mínimo, que actualmente se mantiene en poco más de 296 mil pesos (unos 250 dólares), una cifra considerada insuficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia tipo de cuatro personas.
Los manifestantes se sumaron también a la tradicional marcha de jubilados y pensionados que se realiza cada miércoles, uno de los sectores más afectados por el recorte del gasto público, quienes reclaman la actualización de sus ingresos y la restitución del 100% de los medicamentos gratuitos.
La Confederación General del Trabajo (CGT) expresó en un comunicado su “preocupación y alerta” ante la crítica situación social, económica y laboral del país, y acusó al gobierno de no escuchar ni atender los reclamos de la ciudadanía.