Edgar vive para contar su mala experiencia de más de 15 años metido en el consumo de drogas ilícitas, desde mariguana hasta heroína.
Edgar durante ese tiempo vivió momentos de angustia, su mundo estaba perdido, veia la vida con mucho sentimiento y utilizaba los enervantes para calmar su ansiedad. Pero eso no lo tranquilizaba cómo quería. Poco a poco su vida se vio opaca y cayó en la delincuencia. En dos ocasiones fue condenado en prisión. Hoy recuerda esos momentos inolvidables donde todo parecía tener un final definitivo. Pero busco ayuda y hoy es un pintor gracias a su internamiento dentro de un Centro de Rehabilitación. Ahi aprendió a ver la vida de otra manera. y hoy se encarga además de pintar a vender dulces en los camiones para brindarle ayuda a los internos de los centros de rehabilitación. Aquí llegan mujeres ya involucradas en el el vicio..