El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se mantuvo al margen en relación con la reciente expulsión del Partido Acción Nacional (PAN) de los senadores Miguel Ángel Yunes Márquez y Miguel Ángel Yunes Linares. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador subrayó que el asunto es un tema interno del PAN y no corresponde a su administración intervenir.
López Obrador también fue claro en su decisión de no involucrarse en la controversia que rodea al presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas. “No opino yo de eso, no me meto en eso. Ellos tienen que decidirlo, resolverlo”, afirmó el mandatario, reafirmando su posición de no entrometerse en asuntos ajenos a su gobierno.
El PAN decidió expulsar a los Yunes y a la diputada local de Oaxaca, Natividad Díaz, tras su respaldo a la reforma al Poder Judicial. Yunes Márquez, quien votó con la bancada de Morena para aprobar la reforma, fue uno de los factores decisivos en la obtención de la mayoría calificada necesaria para su aprobación. Además, la ausencia del senador Daniel Barreda, debido a la detención de su padre, también influyó en la votación.
En un tono más conciliador, López Obrador agradeció a sus opositores por su conducta durante su administración, aunque bromeó con que se quedará con las ganas de entregarles un reconocimiento. El presidente expresó que, a pesar de las diferencias políticas, valora el comportamiento de sus adversarios.
