Las protestas contra redadas migratorias se extienden por Estados Unidos.
Las protestas contra las redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han escalado a nivel nacional, extendiéndose desde Los Ángeles a al menos otras diez ciudades, incluidas Nueva York, Chicago, Filadelfia, San Francisco y Washington.
Las manifestaciones comenzaron el viernes en Los Ángeles tras una serie de redadas realizadas por ICE en la ciudad y sus alrededores. La respuesta ciudadana fue inmediata, y en días posteriores el movimiento se amplificó, abarcando diversos puntos del país.
A pesar del creciente rechazo, el gobierno estadounidense ha reafirmado su postura. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, declaró que “ICE seguirá aplicando la ley”, confirmando que las redadas y deportaciones continuarán.
En Nueva York, cientos de manifestantes se concentraron en el Bajo Manhattan para rechazar las políticas migratorias de la administración del presidente Donald Trump. En San Francisco, más de 150 personas fueron arrestadas el domingo tras enfrentamientos con autoridades cerca de una oficina de ICE.
Filadelfia también vivió momentos de tensión con al menos 15 detenidos durante una protesta que reunió a cerca de 150 personas. En Chicago, miles marcharon el martes por el centro de la ciudad, en una de las manifestaciones más grandes hasta el momento.
Aunque la mayoría de las protestas han tenido lugar en ciudades con gobiernos demócratas, la tensión también llegó a Texas, donde el gobierno estatal —de mayoría republicana— desplegó a la Guardia Nacional en San Antonio ante manifestaciones previstas.
Los organizadores advierten que las protestas podrían aumentar en los próximos días, en medio de un clima de polarización y creciente preocupación por la situación de los migrantes en Estados Unidos.