A sus 94 años, José camina por las calles en busca de conseguir algo para comer.
Este hombre ha vivido más de 50años en el barrio del Llanito y no tuvo esposa ni hijos.
Hoy vive en el desamparo, no tiene pensión vitalicia, y no cuenta con ayuda del gobierno federal.
Sus familiares no saben de él. La vivienda donde habita se la heredó su madre. Sus días son un reto, donde poder obtener ayuda para comer.
Como pueden, algunos vecinos le brindan atención. Hace pocos días, sufrió de una caída, y hoy su brazo está herido, su piel se le desprendió. Y al no tener la forma de curarse, sólo espera lograr como cubrirla para no infectarla.