
El presidente de la Corte Suprema de EE. UU., John Roberts, respondió a los recientes ataques de Donald Trump contra el juez federal James Boasberg, quien intentó bloquear la deportación de más de 200 supuestos miembros del Tren de Aragua a El Salvador. Trump había calificado a Boasberg de “lunático de la izquierda radical” y exigido su destitución. En respuesta, Roberts recordó que el proceso de destitución no es apropiado para cuestionar decisiones judiciales y que existe un proceso de apelación para ello.
El conflicto comenzó cuando Trump invocó la ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para deportar a miembros de bandas criminales como el Tren de Aragua, pero Boasberg suspendió temporalmente la deportación. El gobierno de Trump argumentó que el juez carecía de jurisdicción una vez que los vuelos ya habían partido, pero Boasberg extendió el plazo para que el gobierno respondiera.
Este enfrentamiento es solo el más reciente de varios ataques de Trump al poder judicial. La respuesta de Roberts, rara en su tono, busca frenar los intentos de Trump de destituir a jueces con los que no está de acuerdo, reafirmando la independencia del poder judicial. Sin embargo, el proceso de destitución, que solo puede ser llevado a cabo por el Congreso, es poco probable que prospere, dada la polarización política.