Israel y Líbano se encuentran “más cerca que nunca” de alcanzar un acuerdo de alto al fuego, según informó una fuente cercana a las negociaciones. Esta afirmación surge tras la aceptación “en principio” por parte del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de la propuesta presentada por el mediador estadounidense Amos Hochstein la semana pasada, que busca poner fin a las hostilidades entre ambos países.
La propuesta, que se plantea en tres fases, incluye una tregua inicial, el repliegue de las fuerzas de Hezbolá al norte del río Litani, y la retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano. El último paso sería una negociación sobre la demarcación de la frontera entre ambos países, fijada actualmente por la ONU tras la guerra de 2006. Sin embargo, el acuerdo aún enfrenta algunos desafíos, principalmente relacionados con las condiciones de seguridad que Israel exige para mantener su libertad de acción en caso de que Hezbolá incumpla el alto al fuego.
Aunque el gobierno israelí aceptó la propuesta, se han planteado algunas reservas, especialmente en lo referente al control de la frontera por parte de las tropas libanesas, lo cual ha sido rechazado por Líbano y Hezbolá. Para superar este obstáculo, se ha sugerido una formulación más ambigua en el documento final o incluso una carta de compromiso por parte de Estados Unidos, que podría calmar las preocupaciones de Israel.
La inclusión de una misión internacional de supervisión, encabezada por Estados Unidos y respaldada por Reino Unido, Francia y Alemania, ha sido clave para avanzar en las negociaciones. La participación de Francia, a pesar de las tensiones previas con Israel, ha facilitado el progreso en las conversaciones. No obstante, las recientes intensificaciones de los enfrentamientos, como los ataques aéreos israelíes sobre Beirut y los lanzamientos de cohetes por parte de Hezbolá, muestran que aún queda un largo camino por recorrer antes de que se materialice un acuerdo definitivo.
