La Corte Suprema de Estados Unidos suspendió temporalmente este lunes una nueva ley de Texas que permite a la policía detener a los migrantes que entran irregularmente en el país, y que generó una nueva confrontación jurídica sobre la autoridad del gobierno federal en materia de inmigración.
Horas después de que el Departamento de Justicia pidiera al máximo tribunal que interviniera, la corte bloqueó la entrada en vigor de la ley de inmigración de Texas hasta la próxima semana. El tribunal también solicitó una respuesta del estado antes del lunes.
La petición de emergencia se produjo después de que un tribunal federal de apelaciones suspendió, el pasado fin de semana, la decisión del juez federal de distrito David Ezra de rechazar de plano la ley firmada por el gobernador republicano Greg Abbott. El gobernador presentó durante meses una serie de medidas cada vez más estrictas en la frontera, las cuales pusieron a prueba los límites de hasta dónde puede llegar un estado para impedir la entrada de migrantes en el país.
La ley iba a entrar en vigor el siguiente sábado a menos que interviniera la Corte Suprema. El Departamento de Justicia dijo al tribunal que la ley alteraría profundamente “el statu quo que ha existido entre Estados Unidos y los estados en el contexto de la inmigración durante casi 150 años”.
Además la ley tendría “efectos adversos significativos e inmediatos” en la relación del país con México y “crearía caos” en la aplicación de las leyes federales de inmigración en Texas.