Ingenieros noruegos construyen una carretera que es cubierta por una gran masa de agua y han sorprendido a sus homólogos en China, el proyecto ha tenido una inversión de 47 millones, con los que se ha construido una autopista flotante.
Este monumental proyecto y además ambicioso ha creado controversia que algunos han llegado a considerar como una revolución de la ingeniería, sin embargo otros difieren al calificarlo como una “quimera”.
Estamos hablado, ni más ni menos que de la Autopista Costera E39 de Noruega, una vía para vehículos que combinará pavimento clásico con túneles subacuáticos y puentes flotantes a lo largo de 1.100 kilómetros.
“El objetivo es unir, de norte a sur, las ciudades de Trondheim y Kristiansand” declaró Kjersti Kvalheim Dunham, dirigente del proyecto en la Administración Pública de Caminos de Noruega, quien agregó que normalmente este trayecto toma unas 20 horas a los autos y camiones que usan conexiones de ferry”.