Con una inversión y equipamiento de 18 millones y medio de pesos se inauguró la Planta de Residuos Peligrosos, Biológico-Infecciosos, (RPBI) del ISSEA, misma que brindará un servicio interno de confinamiento y destrucción de materiales y desechos contaminantes.
La planta tiene una capacidad de procesar mensualmente 7 mil kilos de residuos no anatómicos (gasas, jeringas, agujas, bisturís).
Además de garantizar la ausencia de riesgo sanitario y daño al medio ambiente, la planta permite una mejor administración de los recursos, reduciendo gastos de operación, previendo se ahorre al año hasta 3 millones de pesos.