En el Día del Maíz, el Gobierno de México, con la presencia de la Secretaría de Cultura, Alejandra Fraustro, y otros funcionarios, reafirmó su respaldo al decreto presidencial en contra del maíz transgénico procedente de Estados Unidos.
“El maíz es la base de nuestra cultura. No se da solo, salvo en los cultivos que no queremos ver en México. (…) La cultura del poder la cambiamos por el poder de la cultura”, expresó Fraustro.
En el Complejo Cultural Los Pinos de la Ciudad de México, que se celebra durante este fin de semana el día nacional del maíz, se llevó a cabo un foro nacional en defensa de la regulación del glifosato y la promoción de la transición agroecológica.
Fraustro también subrayó su oposición a los agroquímicos y pesticidas en la alimentación, argumentando que estos productos perjudican la riqueza cultural de México, y abogó por la necesidad de una transición hacia prácticas más ecológicas.
Paloma Vázquez, una joven productora de maíz, resaltó que el 90 % de las tortillas que llegan a nuestras mesas contienen rastros de maíz transgénico.
“Esto debe terminar. Necesitamos tener mayor apertura en los temas de agricultura y así garantizar la calidad de nuestros productos y cultivos. Nuestra misión es nutrir las tierras a todo un país, regresar al origen y que nos permitan ser dependientes de los agroquímicos”, enfatizó.
La Casa del Maíz, en el occidente mexicano, resguarda 45 variedades de semillas nativas y promueve la conservación de este grano en medio de la lucha de México contra el maíz transgénico y amarillo, en particular proveniente de Estados Unidos.