El papa Francisco, fallecido este lunes a los 88 años tras sufrir un derrame cerebral, fue trasladado este miércoles a la Basílica de San Pedro, donde permanecerá en capilla ardiente durante tres días. Desde primeras horas, miles de fieles han acudido a despedirse del pontífice argentino, y hasta las 7:45 p.m. hora local, más de 19.000 personas ya habían pasado por el templo. La basílica estará abierta hasta la medianoche del miércoles y jueves, y el velorio público culminará el viernes a las 7 p.m. El funeral se realizará el sábado a las 10 a.m. en la Plaza de San Pedro, con la asistencia de líderes mundiales como Donald Trump y Volodymyr Zelenskyy. Francisco, según dejó estipulado en su testamento, será sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor.
Con su muerte, se inicia la tradicional transición papal. Los cardenales electores deberán reunirse en cónclave en la Capilla Sixtina para elegir a su sucesor. Aunque aún no hay fecha oficial, el proceso podría comenzar antes del 5 de mayo. Durante este rito, se escuchará la frase en latín “extra omnes”, que marca el inicio de la votación secreta. También se seleccionarán a los infirmarii, tres cardenales encargados de recoger votos de los electores enfermos. El futuro papa recibirá el “anillo del pescador”, símbolo de su autoridad, que será anulado tras el fallecimiento de su predecesor, en cumplimiento de la tradición vaticana.