Fairmont, Virginia Occidental y Nueva York. El sistema político aquí en Virginia Occidental frecuentemente es objeto de mofas por sus retrocesos y corrupción, pero expertos en corrupción dicen que aunque en este estado esos problemas son mas explícitos, las redes de corrupción política no son tan diferentes del resto de Estados Unidos.
No obstante, casi cualquier manera en que se puede medir, cuando se trata de corrupción, Virginia Occidental compite para el campeonato nacional. Este año en la contienda electoral para el Senado federal, un candidato demócrata es un criminal condenado que ha servido condenas en prisión por acciones que resultan en la muerte de 29 de sus empleados en su mina de carbón. Otro candidato, un republicano, es un multimillonario que ha acumulado parte de su fortuna violando leyes estatales y federales. Estos dos candidatos, junto con muchos otros, están concursando por la curul de un senador que se está jubilando después de décadas de proteger y enriquecer a los negocios de su familia aquí en Fairmont, que se dedica a vender sobras de carbón de bajo valor que ha dañado al medio ambiente durante años.
“La política en Virginia Occidental ha sido súper corrupta durante mucho tiempo”, explica Sarah Chayes, una residente de ese estado y quien es una experta internacionalmente reconocida sobre corrupción, y la autora de “Sobre la corrupción en América y lo que esta en juego”. En una entrevista con La Jornada, recuerda que durante casi un siglo este estado era muy progresista con un sindicato minero poderoso y con el Partido Demócrata dominando la política estatal. “Pero los demócratas entonces empezaron a comportarse muy corruptamente” agrega, y señala que Donald Trump ha ganado las últimas dos elecciones presidenciales en este estado.