La coronación de la modelo de origen ucranio Karolina Shiino como ganadora del concurso Miss Japón esta semana ha desencadenado un debate en las redes sociales sobre lo que significa ser, y parecer, japonés.
La modelo de 26 años, nacida en Ucrania y de aspecto caucásico, vive en Japón desde hace más de 20 años y está nacionalizada. Con los años, Japón ha abierto aún más sus puertas a los extranjeros como forma de revertir su decreciente tasa de natalidad, una de las más bajas del mundo.
“Vivo como japonesa, pero ha habido barreras raciales y muchos casos en los que no fui aceptada”, dijo Shiino en un japonés fluido durante una aceptación entre lágrimas el lunes.
“Estoy muy agradecida por haber sido aceptada como japonesa”, añadió.
Varias personas cuestionaron en las redes sociales que Shiino fuera realmente el rostro de Japón. “¿Así que alguien que no tiene ni una gota de sangre japonesa ni rastro de japonesidad va a representar a las mujeres japonesas?”, dijo una persona en la plataforma de redes sociales X.