El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México dio a conocer, ayer por la tarde, el descubrimiento de un nacimiento de “agua sagrada” en la Gran Pirámide de Cholula, conocida por tener el mayor basamento piramidal del mundo.
Al realizar algunos trabajos de reconstrucción de la escalinata que dirige al sitio sagrado, conocido como “El pocito de los sueños”, los trabajadores, encontraron unos trozos de barro, por lo que notificaron a los responsables de la obra, quienes exploraron la zona, en Puebla.
Fue así que los expertos encontraron fragmentos de un brasero, una roca laja de calcita, y una escultura cilíndrica de 30 centímetros de basalto con la representación de Tláloc, dios del agua y la lluvia de la cultura mexica.
Manuel Villaruel Vázquez, director del INAH en Puebla, explicó que las ruinas son de la etapa tardía de la época virreinal, por la zona donde se localizaron, debido a que se encontraban entre la pirámide y la Iglesia de los Remedios, situada en lo alto de la pirámide.
Asimismo, mencionó que siempre se ha tenido la teoría de que esa zona arqueológica tenía dos caídas de agua, una en la parte frontal y otra atrás, por lo que la aparición de la escultura de Tláloc podría verificar esta hipótesis.
