Un niño de 13 años que fue encontrado muerto en un bosque ubicado cerca de su casa en los suburbios de Estocolmo hace unos días fue la más reciente víctima de una guerra entre pandillas en Suecia, informó una fiscal.
Milo, a quien se identificó únicamente por su primer nombre, recibió un disparo en la cabeza en un escalofriante ejemplo de la “grotesca y completamente temeraria violencia de pandillas”, dijo la fiscal Lisa dos Santos. Se cree que fue baleado en Haninge, al sur de Estocolmo. La funcionaria se negó a dar más detalles, ya que la investigación continúa abierta.
La prensa sueca, que ha publicado fotografías de Milo con el permiso de su familia, dijo que el cuerpo del niño fue llevado al bosque después de que fuera asesinado. No era una persona conocida por la policía. Se reportó su desaparición el 8 de septiembre y un transeúnte encontró el cadáver tres días más tarde.
Los grupos delictivos se han convertido en un problema cada vez más grande en Suecia, con un incremento en el número de tiroteos, explosiones y ataques con granadas. La mayoría de la violencia en el país se concentra en sus tres ciudades grandes: Estocolmo, Gotemburgo y Malmo.
Hasta el 15 de septiembre, la policía ha registrado 261 incidentes con arma de fuego este año, 34 de los cuales resultaron en víctimas fatales y 71 con al menos una persona herida.