La juventud muchas veces nos cansamos de escuchar a nuestros mayores decir que “en sus tiempos” las cosas eran mucho mejores. Sin embargo, muchas veces tienen razón.
Con el crecimiento de la población, la ciudad también ha crecido, más fraccionamientos, más calles y por ende, más concreto. En ese sentido, aguascalentenses expresan con nostalgia que antes de que fuese creada la glorieta de la Purísima, había más árboles y no solo ahí, sino que en el resto de la ciudad.
Lo que en sus infancias les parecía “un bosque” se ha vuelto un desierto por la falta de árboles y el calor que se siente por la misma razón. Aunque señalan que parte de la desforestación es culpa de los gobiernos y las empresas, también admiten que es culpa de la gente pues en Aguascalientes no se inculca la cultura de plantar más árboles y cuidar de estos.