El Viernes Santo, la Iglesia católica manda a sus fieles, como penitencia, a guardar ayuno y abstinencia de carne, ese día no se celebran misas, sino la liturgia de la Pasión del Señor.
El Viernes Santo es, fundamentalmente, un día de duelo durante el cual se recuerda la crucifixión de Jesucristo en el Calvario, quien se sacrifica para salvar del pecado a la humanidad y darle la vida eterna. De allí que la cruz se haya tomado como el símbolo de la gloria para la adoración de los cristianos.