El mítico cabaret del Moulin Rouge, uno de los emblemas de París, celebró la recuperación de las palas que había perdido durante una tormenta, en una fiesta por todo lo alto que incluso sacó al cancán a la calle.
Un grupo de 22 artistas salió a la plaza Blanche para interpretar el alegre baile, un mito también del París de la ‘Belle Epoque‘ e inmortalizado por las obras de Toulouse-Lautrec y por el cine, ante una enorme expectación de cámaras y curiosos.
“El Molino es un símbolo de París, también de Montmartre, y ver las palas instaladas causa mucha emoción porque hemos trabajado mucho durante varios meses para poder llegar a la cita de los Juegos Olímpicos”, dijo en declaraciones a EFE el director general del cabaret, Jean Victor Clerico.
Con el famoso bulevar de Clichy cortado parcialmente al tráfico para este festejo, Clerico señaló también su “emoción” por poder compartir la alegría de toda la familia del Moulin Rouge con los parisinos y los turistas.