EL DÍA EN QUE EL PAPA FRANCISCO BENDIJO A LAS MADRES BUSCADORAS Y MARÍA HERRERA EXPUSO LA CRISIS DE DESAPARICIONES EN MÉXICO

En un emotivo encuentro en el Vaticano, María Herrera, una madre rastreadora originaria de Michoacán, presentó al Papa Francisco la dura realidad de las desapariciones en México, un país que ha alcanzado la alarmante cifra de más de 100 mil personas desaparecidas. En ese contexto, Herrera entregó al pontífice información sobre la crisis forense, mencionando los más de 50 mil cuerpos y restos sin identificar.

Durante la reunión, el Papa Francisco bendijo a las madres y familias que, como María Herrera, buscan incansablemente a sus seres queridos desaparecidos. Este acto simbólico fue un reconocimiento al sufrimiento de tantas familias afectadas por la violencia y la impunidad en el país.

El Centro Prodh, que acompaña a las madres buscadoras, utilizó este encuentro para hacer un llamado urgente a los gobiernos federal y estatales. Solicitaron que se intensifiquen los esfuerzos para localizar a todas las personas desaparecidas y para abordar la crisis forense, con un enfoque en identificar los restos sin reconocer y garantizar una sepultura digna para las víctimas. Además, pidieron que se implementen políticas públicas efectivas para reducir la violencia en el país.

Este encuentro también fue una invitación a las iglesias, comunidades de fe y a la sociedad en general a mostrar mayor empatía hacia las víctimas de la violencia en México.

María Herrera, durante su visita a Roma, recibió palabras de consuelo de varios líderes religiosos, entre ellos el Cardenal Michael Czerny, Prefecto del Dicasterio de Desarrollo Humano Integral; el General de la Compañía de Jesús, P. Arturo Sosa, S.J.; la Superiora General de Jesús María, Mónica Joseph, RJM; y el arzobispo anglicano Ian Ernest, quienes ofrecieron su apoyo a todas las familias que continúan la búsqueda de sus desaparecidos.