Sean “Diddy” Combs ha solicitado ser liberado bajo una fianza de 50 millones de dólares, tras ocho semanas de reclusión en una cárcel de Brooklyn por cargos de tráfico sexual. El magnate de la música se declaró inocente de los delitos, que incluyen el uso de su imperio empresarial, incluido su sello discográfico Bad Boy Entertainment, para transportar a mujeres y trabajadores sexuales masculinos a través de las fronteras estatales para participar en espectáculos sexuales grabados, conocidos como “Freak Offs”.
En una presentación judicial el 8 de noviembre, su abogada, Alexandra Shapiro, pidió al juez Arun Subramanian que permitiera la liberación de Combs bajo condiciones estrictas. Propuso que la fianza fuera respaldada por su propiedad en Miami, valorada en 48 millones de dólares, y que varios miembros de su familia firmaran como garantes.
Además, Shapiro solicitó que Combs estuviera vigilado las 24 horas del día por personal de seguridad privado, con la condición de que no tuviera contacto con las presuntas víctimas o testigos del caso mientras se resuelven los cargos en su contra. La audiencia sobre esta solicitud está pendiente, y la situación del productor musical continúa siendo un tema de gran atención mediática.