El 22 de marzo de cada año, se celebra el Día Mundial del Agua, una fecha para destacar la importancia del agua dulce y promover la gestión sostenible de los recursos hídricos. Este evento busca sensibilizar a la población global sobre la crisis mundial del agua, alineándose con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6, que promueve el acceso al agua potable y al saneamiento para todos para el año 2030.
En 2025, el foco del Día Mundial del Agua se centra en la preservación de los glaciares, un componente esencial del ciclo del agua en la Tierra. Los glaciares son reservorios naturales de agua dulce que liberan agua de deshielo, sustentando no solo el abastecimiento de agua potable, sino también la agricultura, la industria y el equilibrio de los ecosistemas. Además, desempeñan un papel crucial en la regulación del clima y en la protección contra desastres naturales como inundaciones y sequías.
A día de hoy, los glaciares contienen aproximadamente el 70% del agua dulce del planeta, lo que subraya la importancia de su conservación para el bienestar de las personas y comunidades de todo el mundo. La gestión sostenible de los glaciares, acompañada de un monitoreo constante y de esfuerzos de cooperación científica internacional, es fundamental para garantizar que estas fuentes de agua se conserven para las generaciones futuras.
En este contexto, la UNESCO y la Organización Meteorológica Mundial son los organismos de las Naciones Unidas encargados de liderar la conmemoración de este importante día, alentando a la sociedad global a adoptar prácticas responsables y trabajar conjuntamente en la protección de estos valiosos recursos hídricos. Proteger los glaciares es proteger la vida, la prosperidad a largo plazo y la paz mundial.