Cuba se convirtió el viernes en el segundo país de América Latina y el Caribe que abre el camino a la eutanasia, después de Colombia.
La Asamblea Nacional de Cuba dio luz verde a la medida como parte de la aprobación de una nueva ley de Salud Pública que actualiza el marco legal del país para su sistema de atención médica universal y gratuita.
“Se reconoce el derecho de las personas a acceder a una muerte digna, mediante el ejercicio de las determinaciones para el final de la vida, que pueden incluir la limitación del esfuerzo terapéutico, los cuidados continuos o paliativos y los procederes válidos que finalicen la vida”, dice el borrador final de la legislación.
La eutanasia y el suicidio médicamente asistido, a los que se oponen la mayoría de las religiones, generan una enorme controversia en todo el mundo, donde sólo un grupo de países permiten su práctica y algunos la equiparan con el asesinato.
La Iglesia Católica Romana en la isla caribeña no estuvo disponible de inmediato para hacer comentarios.
En el Instituto de Oncología y Radiobiología de La Habana, principal centro oncológico del país, el doctor Alberto Roque, maestro en Bioética, saludó la medida y dijo que establece el “marco jurídico necesario, general, para que en el futuro se pueda aprobar la eutanasia en cualquiera de sus formas, o sea, eutanasia activa o suicidio asistido”.
Los medios estatales cubanos apenas mencionaron que el gobierno aprobaría la eutanasia y hubo poco debate público, aunque el doctor Roque dijo que eso cambiaría una vez que se establezcan las normas.