La mayoría de los aproximadamente 3 mil extranjeros interceptados el martes por policías estatales y elementos de la Guardia Nacional en los límites de Monclova y Castaños, cuando se trasladaban en un tren de carga rumbo a Piedras Negras, en la frontera con Texas, continuaron a pie su camino.
En el sitio donde los efectivos detuvieron el vehículo en el que viajaban de manera clandestina los indocumentados, permanecían hasta ayer al menos mil personas, que recibían atención médica, agua y comida de las autoridades municipales.
Los migrantes que se retiraron del lugar y decidieron seguir su ruta caminando, comenzaron un recorrido de unos 250 kilómetros, bajo calor extremo de 40 grados centígrados, para llegar a Piedras Negras.
En esta última ciudad, autoridades municipales reportaron la presencia de aproximadamente 4 mil indocumentados que llegaron en la última semana en un intento por cruzar el río Bravo e internarse en Eagle Pass, Texas.
Luego de que Ferromex decidió parar los trenes en los que se transportaban miles de extranjeros, éstos decidieron continuar el trayecto a pie, pese a lo peligroso de la ruta. Entre los caminantes hay muchas mujeres y niños.