Autoridades federales y estatales buscan a las 31 personas (mexicanos y migrantes venezolanos y colombianos) secuestrados la tarde del pasado 31 de diciembre cuando viajaban de Monterrey, Nuevo León, a Matamoros, Tamaulipas, en un autobús de la línea Senda, y un comando los interceptó en el municipio de Río Bravo.
La vocería de seguridad de Tamaulipas informó que cinco venezolanos fueron rescatados tras haber sido interceptados cuando circulaban por la misma vía en otra unidad de la misma empresa.
En torno al secuestro de los 31 migrantes, las autoridades estatales han difundido comunicados imprecisos y confusos, al igual que las declaraciones del vocero de seguridad, Jorge Cuéllar Montoya.
Esto propició que la noticia fuera confirmada mucho tiempo después del suceso y también propició que circulara la versión errónea de que los cinco venezolanos rescatados formaban parte del grupo de 31 migrantes, cuando en realidad se trata de hechos distintos.
Los cinco sudamericanos, entre ellos dos menores, fueron localizados por elementos de la Guardia Nacional (GN) en una camioneta Ford blanca abandonada en el kilometro 30 de la carretera Monterrey-Matamoros, en Reynosa.
La vocería dijo que los indocumentados eran trasladados en el vehículo por dos sujetos que, al percatarse de la presencia de la GN, trataron de huir entre el tráfico; posteriormente descendieron de la unidad y huyeron a pie.
Se inspeccionó el vehículo, encontrando a cinco personas de nacionalidad venezolana, las cuales fueron puestas a disposición del Instituto Nacional de Migración. No tienen relación con el secuestro de 31 personas ocurrido la noche del sábado.